Ahora que se va acercando el verano, nos apetece comer comida ligera y de fácil digestión. No me veo comer un cocido maragato en pleno julio o agosto a las 3 de la tarde. Sudaría más que en una sauna con una sueca dentro, jeje.
Bueno, a lo que íbamos. Hoy hablaré de las ensaladas. Se convierten en protagonistas indiscutibles de la gastronomía veraniega, desde las más sencillas a las más elaboradas. Pueden degustarse frías o templadas, con verduras y frutas, legumbres y escabeches, con salsa vinagreta o de yoghourt… Las posibles combinaciones son infinitas, sólo hay que echarle un poco de imaginación.
El secreto de una buena ensalada está en los ingredientes, que deben ser frescos y estar bien limpios y escurridos; y en el aliño, que tiene que añadirse en el siguiente orden: primero la sal (mejor si es fina), luego el aceite, remover, y añadir por último el vinagre. Y si no quieres equivocarte en lo fundamental, el mejor aceite para una ensalada es el de oliva virgen extra.
El secreto de una buena ensalada está en los ingredientes, que deben ser frescos y estar bien limpios y escurridos; y en el aliño, que tiene que añadirse en el siguiente orden: primero la sal (mejor si es fina), luego el aceite, remover, y añadir por último el vinagre. Y si no quieres equivocarte en lo fundamental, el mejor aceite para una ensalada es el de oliva virgen extra.

Pero hay que tener cuidado con las embarazadas. Al igual que con las carnes y sus derivados, comer los vegetales crudos supone un riesgo para la salud de la madre y del bebé. Las mujeres gestantes tienen una mayor probabilidad que el resto de personas adultas sanas de contraer toxiinfecciones, enfermedades adquiridas por el consumo de agua o alimentos contaminados por bacterias patógenas, que provoquen secuelas en el futuro bebé.
Pueden comer ensalada, ya que la lechuga al contener ácido fólico es beneficioso paras las embarazas. Conviene pelar, si es preciso, los vegetales que se vayan a consumir crudos, así como lavarlos y desinfectarlos minuciosamente con lejía de uso alimentario, aclarando bien bajo el chorro de agua para que se desprendan los quistes y no queden restos del desinfectante. Para que éste sea totalmente efectivo, debería dejarse en remojo con agua y con los vegetales durante unos 10-20 minutos. De lo contrario, no se garantiza la desinfección total del alimento.
Así mismo, conviene lavar y desinfectar bien las tablas de cortar, la vajilla y los utensilios empleados en la manipulación de los alimentos con el fin de eliminar cualquier bacteria patógena que haya podido contaminar los alimentos.
Sí hablamos de sus beneficios, son multiples:
- Hidratan el cuerpo, por su alto contenido en agua.
- Al tener alto nivel de agua, y también de potasio, tienen efecto diuréticas y depurativas.
- Gracias a su gran aporte de vitaminas y minerales te aportaran energía y fuerza (puede que no tanta como un gran solomillo).
- Llevan a la gran amiga "la fibra". La aliada del intestino. Te sentirás tan ligero/a como un colibrí.
- Sí empiezas las comidas con una rica ensalada, saciaras antes el hambre y comerás menos y encima aportan pocas calorías. Ideales para la operación bikini.
- Sí queréis conocer o tenéis curiosidad por saber las propiedades de la gran protagonista de las ensaladas (lechuga), te recomiendo este enlace: Todo lo que tienes que saber sobre la lechuga.
El único cuidado que hay que tener sobre las ensaladas, son su aliño, no abusar del aceite o la sal (que te subirá la tensión y retendrás líquidos y eso para la operación bikini...) Y también alimentarte a ensaladas todo el verano para bajar ese kilin que se niega a irse no es conveniente. Una dieta saludable es una dieta variada y sana.
Origen de las ensaladas y su evolución.
- El origen de la palabra "ensalada" proviene del vocablo "sal" que fue el primer aderezo que se conoció.
- La lechuga ya la usaban los egipicios. Y los romanos la usaban antes de sus grandes festines para abrir el apetito y creian que protegía el estomago por la sustancia lechosa que contenia (de ahí su nombre).
- Durante la invasión barbaras a Europa se perdió la costumbre hasta que vinieron los musulmanes que supuso el encuentro de la ensalada con nuevas aportaciones.
- Durante los siglos XVII y XVIII los cocineros franceses e italianos las pusieron de moda por todo Europa. A America seria en el siglo XIX. Hoy en día se le puede echar cualquier producto y está bastante extendida por todas la culturas del mundo.
Otro día os hablaré de las ensaladas típicas según la zona.
Si buscáis recetas para ensaladas o estáis aburridos/as de las mismas ensaladas de siempre, os recomiendo este enlace: http://www.todoensaladas.com/
Un saludo y bon appétit
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